No me convencen las etiquetas y esta no es una excepción. Prefiero enfocarme en “actitudes tóxicas”. Esto permite que el líder que las tiene, cambie. “Mi líder/jefe/padre/relación es tóxico/a” es, para mí, una forma de victimizarse, culpar a otro de una realidad que no queremos cambiar. Y, con los líderes, igual que con cualquier otro, aplaudir lo bueno nos abre la puerta para orientar en qué tiene que mejorar.Pregunta incluída en el artículo S06E08 27 preguntas de liderazgo que nunca leíste en un libro.